Tom Witzky es un hombre normal que vive con su mujer y su hijo de siete años. A pesar de su escepticismo respecto a los fenómenos paranormales, accede a ser hipnotizado durante una fiesta en casa de unos vecinos. A partir de ese momento su vida se ve perturbada por extrañas voces y visiones inexplicables que parecen fragmentos de un rompecabezas que podrían servir para resolver un crimen.