Salida de un extraño cono, una joven despliega sus alas de mariposa. El señor Méliès prepara el espectáculo. En una voluta de humo, una estrella, en cuyo interior aparece una segunda muchacha, ocupa el centro de la escena. En lo que dura un suspiro, la joven de la estrella se transforma en una amenazante mujer-araña. El dominio del truco a través de una puesta en escena espectacular permite a Méliès esta adaptación de la magia a la pantalla, rodada en 1909.