Cuando el juez Andrea Morandi (José Suárez) llega a la ciudad italiana, a donde lo han destinado, lo informan de un delito cometido en el puerto. La víctima, Amílcar Creppi, resulta gravemente herida. Pronto descubre que el agresor es un muchacho (Maurizio Arena) al que Amílcar exigía un porcentaje a cambio de darle trabajo. Todos los obreros del muelle odian a Amílcar que los tiene sojuzgados, pero nadie se atreve a hablar. Andrea, presa de una fuerte crisis, presenta la dimisión. La noticia de la muerte de Amílcar significa para Orlando una grave condena. Morandi decide revisar el caso, cuando ve que los obreros del puerto están dispuestos a hablar para salvar al chico.