A un actor muy inseguro (Paul Giamatti), su papel en la obra teatral "El tío Vania" de Chejov le produce una enorme ansiedad. Cuando, en un estado de bloqueo total, lee un artículo del New Yorker en el que una empresa de alta tecnología ofrece aliviar los sufrimientos por medio de la congelación del alma, Paul decide someterse a la prueba.