Laura y Jorge, ambos de 17 años, se conocen y enamoran en una fiesta en la que abundan las drogas y el alcohol. Los padres de él, clásicos burgueses, y los de ella, típica pareja moderna y distanciada, no comprenden que sus hijos se vayan de casa para iniciar una vida en común. Por ello, los dos matrimonios se inmiscuyen en la historia de amor de sus hijos, que viven en un ambiente juvenil incoformista y rebelde.