Brian Barnes, se despierta en el desierto herido y sin memoria y sin tener ni idea de por qué él está rodeado de ocho cuerpos, una camioneta con cuatro millones en efectivo y una furgoneta llena de cocaína. Brian es perseguido por el señor de las drogas, Danny Pérez que quiere desesperadamente su dinero de vuelta, y por la DEA, con su agente Rooker, y también por el corrupto sheriff Olson que no se detendrá ante nada ni nadie.