Richard Parker y su esposa Priscilla parecen tenerlo todo: una casa maravillosa, una hija con talento y un próspero negocio. Sólo echan de menos una cosa: un poco de riesgo y emoción, algo que, al parecer, les sobra a sus nuevos vecinos, los Otis. Cuando los conocen y empiezan a salir con ellos, la vida de los Parker cambiará radicalmente.