Amalia es la secretaria rígida a la que todos hemos temido alguna vez. De su voluntad depende acceder al jefe. Tiene todo bajo control. Pero la llegada de Lázaro, un técnico metiche que viene a arreglar un daño, romperá su equilibrio con desorden, imprudencias y un tarareo continuo que le cambiarán la cara a la oficina. Amalia, sorprendida, en vez de enojarse como lo hace con todo el mundo, queda picada por la curiosidad. Empieza a hacer daños en secreto para que él tenga que venir a arreglarlos y pasar tiempo juntos.