La presencia del mal habita en una vieja y extraña casa en Amityville, Nueva York. Un grupo de sacerdotes provistos de crucifijos y rosarios, acude a exorcizarlo con sus oraciones. Sin embargo, el mal logra escapar hasta llegar a la casa de la señora Evans donde tras una sucesión de extraños y horribles incidentes desprovistos de toda explicación, Nancy logra hablar con el padre Kibbler y entender lo que está sucediendo...