Aunque alguna vez fue coronel en Argentina, el personaje principal de esta película ahora es un rico exiliado que vive en París con su amada esposa, quien no ha podido tener hijos. Para llenar este vacío en sus vidas, él alimenta y viste a los niños abandonados, criándolos en su mansión como si fueran suyos. Como nunca sería el caso en la vida real de hoy, en esta historia fantástica ambientada en 1925, nadie se opone a este comportamiento, y viven juntos de forma agradable y placentera. Las cosas se vuelven mucho más animadas cuando un mago escénico coloca a su atractiva hija en la casa del coronel, lo que despierta un vivo interés romántico de sus hijos y del gran hombre.