En la idílica ciudad de Pineta, Massimo Viviani es dueño del abrevadero local Barlume. También trabaja como detective aficionado, resolviendo extraños crímenes con la banda de secuaces excéntricos septuagenarios que frecuentan el bar. Las conjeturas de Vivani molestan las investigaciones de la detective Vittoria Fusco, que pide su ayuda para resolver los casos.