Motoko sufre un ataque constante de Tama debido a que se siente atraída por la femeneidad de Motoko. Es por esto que ella se debe vestir con ropas de mujer, pero siente que pierde sus poderes con la espada. Sin embargo, al enfrentarse al Mecha-tama II, se da cuenta, con ayuda de Keitaro, que la ropa no lo es todo.