La situación en el puerto subterráneo se vuelve cada vez más trágica, Robin es convertida en muñeca y los tontattas son completamente derrotados. Ante este panorama, Usopp decide huir del lugar aprovechando que el enemigo no sabe de él. A pesar de todo, los tontattas, en su último aliento, continuan confiando que su héroe Usoland aparecerá para rescatarles.