A pesar de ser atacada, la dueña de la casa ofreció trabajo para los tres chicos. Los compañeros emprenden un viaje con la mujer hacia la ciudad. Durante el viaje la espada muestra ilusiones a Yoko. Finalmente llegan a destino, pero la mujer separa a las chicas de Asano y al llegar al lugar de trabajo Yoko descubre que la mujer intenta venderlas.