El FBI se entera que el mafioso Clive Winston está planeando un escape en la prisión. Ellos reclutan a Hammer para ir encubierto, porque no quieren arriesgarse con sus propios hombres. Hammer, pretendiendo ser un asesino famoso, se pone en la misma celda que Winston. A Winston no le gusta al principio. Sin embargo, cuando uno de los reclusos reconoce a Hammer y trata de matarlo, Winston cree erróneamente que era el objetivo, y que Sledge le salvó la vida.