Bea no tiene más remedio que confesarle a su padre que está buscando trabajo y que se ha presentado a una entrevista. Lo que no le cuenta es que se trata de un puesto de secretaria. A pesar de todo, Carmelo no lo ve con buenos ojos. Mientras tanto, todos siguen buscando a Sandra. En su búsqueda, Álvaro acude a su apartamento y encuentra sangre en la bañera.