Daniel no puede ir a desayunar con Victoria, porque un cliente adelantó una junta que tenían prevista, y tienen que terminar con Marcela, ese mismo día, el plan de mercadeo. Entonces, arreglan una cena en la que Victoria se va a encargar de reservar un lugar, en donde se come riquísimo, es muy romántico, en donde se puede bailar después de la cena. Pero cuando van a cenar, Victoria se adelanta dándoles los anillos de boda a Daniel, y este le dice que hay que devolverlos, porque no va a haber boda, porque él ya no la ama. Victoria se pone furiosa, y piensa lo que va a decir la prensa y sus amigas; entonces, niega la situación y le dice a Daniel que al día siguiente van a ir a la agencia de viajes para comprar los boletos para la luna de miel.