El Chousai comete un error, mueve el ejército real sin orden de la reina y queda expuesto. El ejército llega al castillo listo para atacar a los rebeldes, quienes creen que todo está perdido. Yoko pide a Keiki tomar su forma de unicornio y montada sobre él se dirige a los atacantes. No hay dudas, los rebeldes son leales a la reina. La guerra termina