El proceso de unidad de la izquierda avanza. La sociedad se está politizando. Un ejemplo de ello es la huelga de actores y directores de teatro, en febrero de 1975. Se instala en Madrid, clandestinamente, Felipe González, elegido secretario general del PSOE en Suresnes (Francia). Mientras, en el gobierno de Franco, es elegido secretario general del Movimiento Fernando Herrero Tejedor, que se lleva de número dos a Adolfo Suárez. En la sociedad todos son conscientes de que el futuro comenzará al día siguiente de la muerte de Franco. Los conflictos y revueltas se multiplican en 1975 y culminan con la proclamación del estado de excepción en Vizcaya y Guipúzcoa. En mayo se boicotean las elecciones sindicales y España abandona las reivindicaciones saharauis. Crece la tensión en la zona y el malestar en el Ejército ante un previsible conflicto bélico.